viernes, 27 de noviembre de 2015

Me converti en aire solo porque así me necesitarías.

Ha pasado tanto tiempo, te parece que ya no me acuerdo, sin embargo mi castigo es mi lamento de no escuchar los sonidos de tus besos. Era infantil, demasiado ingenua por aquel entonces, a la vez demasiado rebelde. Tu dulce presencia provocó que viera todo de manera diferente. «Has camiado mi mundo» te dije ha los ojos sintiendo un te quiero jamás escuchado, «¿en que?» preguntaste extrañado. «En todo» respondí, sabiendo que a partir de entonces no volvería a ser la misma. Sabía que a partir de ahi tendría que aprender a ser fuerte, recuperar lo perdido, y afrontar fuertes despedidas. Contigo surgió magia en la primera mirada. Esos pequeños ojos color miel, esas miradas que erizan mi piel. Tu me enseñastes la dulce voz del mar, nuestro mar. El hechizo que crea el horizonte entre ese cielo repleto de estrellas y el mar infinito. Como loca me dejé estallar en tu boca, como la ola enamorada de la roca. Ahora no hay estrella que guíen mis pupilas, aunque otros cuerpos de vez en cuando se arrimen un poquito a mi, ninguno como el tuyo me ha hecho a mi feliz. Pues vivo enamorada pese al paso del tiempo, enamorada del lamento, de no poder tenerte siempre presente, asi pues, enamorada del pasado. Temiendo al futuro por la falta de tus besos. Pues no supe lo que era el cielo hasta que tus manos no tocaron mi pelo. No comprendí que era el amor, hasta que no te vi desnudo ahí, bajo nuestras estrellas. Y que si realmente existe la gloria debes saber que esta en tu boca.
¿Recuerdas aquella piruleta? Aquella con la que incie una guerra en tu boca, buscando la conquista, robando tu saliva. Porque aun añoro el instante de ambos sumergidos en nuestras aguas, jugando como niños, mojados como ranas. Abrazada por tus brazos, un beso prohibido, sin rechazo. Aquel dulce humo sabor a regaliz que salía por tu boca, aquellas tardes tumbados en el césped. Y aquel frio de la noche donde mi único cálido soplo de vida eras tú. Pasión, juego, amor, caricias, en la zona con mejores vistas al mar, subidos en aquellas dunas, nuestras dunas. Aquella luz verde, como recuerdo de tu presencia en aquel loco corazón aún sano, luz que fue perdiendo brillo por tu ausencia. Aun recuerdo como me secabas las lagrimas, trantandome cual princesa enamorada de tu cabello, caballero. Tu del sur, yo del norte, otro mundo nos separa, pero recuerdame siempre, haremos que no importe. Pues tu me has enseñado el cielo, el viento, el arte de sentirte en mis adentros. Que aunque ya solo me quede el recuerdo fuistes mi mejor maestro. Me enseñastes la música de aquellas mágicas sirenas, bajando la luna a mi puerta. Nunca olvidaré la brisa del mar acompañando a tu sonrisa.

«Cuanto daría porque este mundo no girase tan deprisa»

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Siempre estuvo podrido.

Mi relación con el siempre estuvo podrida, repleta de gusanos que comian mis entrañas. ¿Que haces? ¿Que haces con ese vaso? ¡Aah! Sonaron los cristales estallar. Borracho se largaba, gritando las peores cosas que a una mujer se le podrian gritar. ¡Se lo dire a tu familia! ¡les dire lo que eres! Amenazaba. Sabiendo que el mayor daño no era conmigo, sino con esas personas que más me importaban. Yo no fui mala, tuve valor. Estaba enamorada, me veia capaz de cambiar aquello. Me consolaba pensar que nunca me habia hecho daño físico, sin embargo, me alejé de mis amigos por miedo de que a ellos si les afectara. ¿Por qué subes fotos con él? Decia. ¿no ves que todo el mundo habla de ti? Decia. ¿no ves que quedo yo mal? Volvia.  Tras tantas desilusiones y tanta pesadumbre, una vez tuve el valor de alejarme. Recordaba mi vida pasada, no es que hubiese tenido nunca muchas amigas, pero las tenía. En ese momento, sin embargo, no encontraba a nadie en quien confiar, un hermano aunque no de sangre, me enseño poco a poco a hacerme valorar. Yo estaba tan enamorada que a nadie queria escuchar y por toda la soledad que me inundaba, me volví a fallar. Como en un tiovivo, aquella historia volvia a girar. Él me hizo pensar que estaba cambiando, en cambio descubrí que solo me estaba engañando. Trataba de comprarme a base de regalos, haciendome creer que estaba sola y que solo él estaría a mi lado. Que ilusa yo, dejando que robara mi corazón, que canalla el, guardando todo para su aren. Asi y todo el infierno proseguía, si no hacíamos el amor, insistía. «¡No me hagas venir aqui para nada! ¡No me gusta esa película! ¡me estoy aburriendo y encima te quedas dormida!» yo solo soñaba con una noche tranquila en su cama, pizza, cine y que él fuese mi almohada. No critico el sexo, en una pareja, si se quieren que se amen. Recalco, si se quieren. En su caso yo no veia amor, solo obsesión y locura y aquello a mi no me hacía sentir segura.
Nunca me entendía porque directamente nunca me escuchaba. Siempre tuve un amor de verdad, se llamaba Arte. Siempre fue mi sueño, nunca le vi apoyarme. «Ven a la exposición conmigo» le pedí. «alli nada más que hay raros» respondía. ¿No lo entendía? ¿Pero que hay de raro en ser artista? Lo más gracioso fue cuando él me pidió a mi que fuese a verle con sus hobbies y le dije que no. Poco a poco, todo fue a mayor, si no le escribía buenos dias se ponía peor.
Cansada de aquello traté de parar el reloj, ese que contaba nuestros días, él por malas lenguas se enteró. «¿crees que sola estarás mejor? ¡no tienes a nadie mejor que yo! ¿no lo ves? Tus amigas no son lo que crees que son.»  bajé del coche decidida, cansada de reproches y mentiras. A la larga comencé a darle la razón. Sola, lloraba todas laa noches en mi habitación. El vacio inundaba mi cuerpo explotado por sus recuerdos. Aun creia que juntos podriamos acabar con ese infierno. Dicen que la esperanza es lo único que se pierde y yo quise verlo todo verde. Volví a él por mi propio pie, pues decidida estaba a volver a caer. El ser humano tropiza dos veces con la misma piedra, yo tropecé por diez. Sin embargo, en aquel teatro ya nada se podía creer. Fuese la escena que fuese ya sabia lo que iba a suceder. Me sabía su dialogo al dedillo. Tantos chantajes emocionales le funcionaron... Yo tan buena siempre estaba a su lado. Pero ahora ya me he cansado. Me costó pero aquello ya está superado. Vi que el infierno no era estar sola, era estar a su lado. Descubri que nunca estuve realmente sola, siempre tuve una familia a mi lado, familia que por mucho que intentasen no nos habrían separado. Aprendí a quererme a mi misma como nadie me ha querido. Ya no sufro por un ser tan malvado. Asi pues, ya sabeis, disfrutad vuestros dulces dieciséis, que ningún canalla os de menos de lo que mereceis.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Como buena musa.

Y entre tanta y tanta ciencia decidió aparecerse ante él. Devolviendo el color a su mundo cuadrado. Y entre cuenta y cuenta, desaparecieron sus números dejando ver su esencia, su belleza, su arte. Como buena musa, su afición siempre había sido saltar de flor en flor desabrochando blusas, bajando la bragueta de pintores y poetas. Como buena musa, muchos quisieron follarla, ella siempre anduvo confusa. Muchos trataron de alogiarle, gastando su dinero en joyas y prendas, sin embargo solo cobraba en arte, no le servían sus carteras. Otros tantos consiguieron retratarla, pero nunca en sus vidas. Otros les cantaban, nunca le llenaban.
Ahora la pobre musa se ve efusivamente enamorada de ese perdido poeta escondido en ecuaciones. Oculto artista renegado a la belleza de sus letras. Favorecido por ella que siempre se presenta cada lunes y cada martes, tratando de desabrocharle el traje. El se ciega, al ver en su desnudez tan explendoriosa belleza. Sin hablar de su cuerpo, sino de la magia que ella despierta. Tan podrida por fuera, desgastada por culpa de esa sucia goma de borrar que muchos usaron con ella. Tan dulce por dentro, pues enamorada le ama con fuerza.
Así ella se reprensenta en forma de métrica, se disfraza en rimas y fluye en ritmos mientras escucha su voz. Se aparece de repente como un fantasma presente, en sus folios y en su tinta, ya que no quiere despegarse de su vida. Solo lo haría con la condición de llenar su cuerpo de versos bajo las sabanas de su lirica hasta que se gastase esa tinta. Regalandole el éxito, llevandole al éxtasis. Entonces desaparecería tranquila, sabiendo que ha marcado su vida, no solo como buena musa, sino también como buena ninfa.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Quiero, te quiero.

Quiero que me mires con tus ojos, si esos que descienden de otro mundo, que me mires de una forma tan profunda que me corte la respiración. Quiero que me sonrías con esa sonrisa tan cálida que me provoque calor. Quiero sentir tu respiración sobre mi cuello, esa respiración que eriza mi piel. Que me quites la ropa, voy a mostrarte mi desnudez, quiero que admires mi alma, que dejes pálida mi tez. Quiero besarte lentamente, quiero probar de tu miel. Vamos a nuestro nido, que voy a amarte de una vez. Voy a saborearte, a devorarte. Quiero que con tu roze desgastes mi piel, que me la arranques a tiras, sin crear heridas. Quiero escuchar tus pulsaciones a cien. Quiero sentirte dentro, gritar hasta llegar al éxtasis, al máximo nivel de felicidad. Y en ese momento que se pare el reloj. Tumbarme en tu pecho, con el simple ritmo de tu corazón. Mi melodía favorita al compás de tu respiración, dulce soplo de vida. No quiero intrigas, falsedades ni mentiras, en esta relación de amor suicida. Quiero mostrarte lo mejor de mis días.

Quiero, te quiero.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Mi filosofía de vida.

¿Que es la vida? ¿cual es el don del buen vivir? ¿y después? Tantas preguntas sin respuestas que tal buen filosofo no supo contestar. Tantas mentes pensantes buscando un por qué a nuestra existencia, tantas almas desesperadas buscando en la muerte una vida mejor. ¿Por qué tantas complicaciones? ¿No podemos vivir y ya esta? ¿Es necesario creer en un Dios divino el cual controle tu vida? ¿Es necesario matar por algo que realmente no sabes que existe? No hablo de esta guerra, de la cual tanta gente habla y otra tanta muere. No hablo de este escandalo en presente. Mirar hacia atrás, fijaros en nuestro eje de vida. Romanos persiguiendo a cristianos, cristianos expulsando musulmanes y judíos de una península. ¿Y ahora? Musulmanes matan en nombre de Alá. ¿Por que tanto racismo entre nosotros? ¿Por qué una raza negra y otra raza aria? ¿Por qué el hombre ha sido siempre más que una mujer? ¿Por qué a la existencia de clases sociales? ¿Por qué ricos y pobres? ¿Por qué amos y esclavos? ¿Quien decide más que quién? ¿Y por qué nos complicamos tanto?
Desde siempre dijeron que era egocéntrica, además de ingenua e ignorante. Que vivía en una burbuja en la que no me importaba nada. No es eso. Simplemente, no dejo que ninguna de vuestras absurdas corrientes me influya perturbandome la mente. No creo en Dios, no digo que no exista, digo que nunca lo he visto, nunca me ha hablado, nunca lo he sentido. Criticaron a Tomás por no creer hasta meter el dedo en la yaga, pienso que fue el más astuto, pues no creyó en la Doxa, en la opinión de otros, el quiso comprobarlo. Él lo vio y tiene motivos para creerlo, yo no. Critico la religión cristiana pues es la que mis padres me inculcaron y por tanto de la que más puedo saber. Pero más locura aún me parece que tengan que taparle la cara a una mujer. Yo soy blanca de piel, me gusta mi color, pero también me encanta ponerme lo más morena posible en la playa. Puedo enamorarme tanto de un rubio con ojos claro, como de un moreno con los ojos negros. Cuando me fijo en una persona, ya sea en cuestión de amor o simple amistad no miro su estatura, su pelo, el tamaño de sus orejas, o la cantidad de musculatura, ni mucho menos su forma de vestir. Me fijo en su manera de pensar, su forma de actuar, y el número de risas que me provoque. Soy mujer, solo por genero puedo decir que un hombre no es más que ninguna de nosotras. Pero por supuesto, ninguna mujer es más que un hombre. Es cuestión de mentalidad y forma de ser, además de educación. Algunas mujeres son más inteligentes o más fuertes que algunos hombres, y viceversa. Por lo general, tengo más amigos que amigas, pero he tenido amigas que valen más que muchos de mis amigos. Machos y hembras, blancos y negros, yo vine a ser gris.
No suelo tratar de vestir como nadie. Me dan igual las marcas, no por ello voy a decir que no lleve ninguna. Claro que compro algo, por calidad, generalmente siempre busco lo barato, no presumo de dinero. Me da igual que se lleven los tacones altos con plataformas, no soy capaz de andar con ellos, tampoco tengo interés por aprender. Me encanta vestir de negro, no soy gótica, ni emo, ni mucho menos estoy de luto. No tengo etiqueta, simplemente tengo gustos. Me gusta el color negro. Me parece bien que en la sociedad que me a tocado vivir, a las chicas les guste ir enseñando media nalga, yo no voy a hacerlo. No estoy acomplejada, me gusta mi cuerpo. Solo dejare que lo plazca quien me plazca, cuando me plazca. Si alguna vez lo expusiese al público seria de forma artística, para que espectadores puedan gozar de la belleza de la misma naturaleza. Nunca para tener a un mogollón de babosos detrás.  Se bailar reggaeton al igual que el resto de las chicas en una discoteca o un botellón. Sin embargo, mi estilo de música preferido es el rock, apenas se escucha, aunque me gusta.
Opino que la felicidad de la vida está en tomar un vasito de colacao por las mañanas, el ver caer gotas de lluvia desde la ventana, el olor a jazmín que antes había, desde mi cama. El ir a la escuela, estudiar lo que realmente te gusta, sintiendo tu vocación. Ver su sonrisa, sentir una cálida brisa. Salir a la calle, gritar, correr, saltar, cantar tu canción favorita. Y dormir.
Simplemente me centro en mis historias, no busco conflictos, no miro lo demás, porque respeto la vida de cada persona. ¿Por qué el resto del mundo no hace lo mismo? Pensar en ser felices, solo tenéis una vida, no la derrocheis, centraros en vuestra, y quienes os la rodean, no seáis codiciosos, pues toda la plata se queda en la tierra, preocuparos por tener un corazón de oro. Preocuparos de quien tenéis cerca y no busquéis el mal dentro de otro continente. El resto de personas también quieren vivir.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Lady Drama.

Lady Drama, siempre exagera de manera exageradamente exagerada, siempre triste lloraba en su cama. Chillando siempre como loca, clavando siempre cuchilladas. Sir Relax se acerca y Sir Relax la relaja. Sin embargo ella vive su drama de forma dramatizante, su vida está dramatizada. Sir Relax la besa y Sir Relax la calma. No por ello deja de ser Lady Drama, siempre agonizante pocas veces despejada. Su vida es un drama. Real o ficticio, a Lady le da igual, pues dramatizar es su oficio. Drama en la calle, frente a una guerra pendiente, por dioses indigentes. Drama en su vida con falsas amigas, que no saben ir de frente. Drama por sus dulces dieciséis, ya sabéis, que ningún chaval os de menos de lo que os merecéis. Drama en su casa, drama en sus estudios. Drama, drama y más drama. Así pues, Sir Relax se encuentra presente, besando su frente. El caos de Lady desaparece de repente, de forma valiente. Mirando a su amante se siente consciente de su vulnerable miseria. Pero no pasa nada, Sir Relax la quiere, llegó la calma, la marea esta baja. Ella pudo dejar de llorar escandalizada. Ahora, Lady Drama es fuerte, es poderosa, junto a Sir Relax se siente una diosa.

-¿Lady, cual es ahora tu drama?
-El hecho de solo poder soñar con algo transcendente en tu cama.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Que se pare el reloj que cuenta las horas que no quiero perderte.

Una vez conocí a alguien. ¿Mi primera impresión de él? Rapero de barrio. Aunque pese a su falta de hogar, su rutinaria costumbre de hacer maletas, y su vicio por mezclar tequila a la cerveza, el prefería denominarse “poeta”. Frío y distante que era, hasta que se abrió el pecho dejando que le registrase. Era la persona mas sensible que podía existir hasta más allá de los confines de la tierra. ¿Lo que más me gustaba de él? Su risa. Era lo más curioso. Nunca se oía. Decía que nunca era capaz de reírse en alto, y pocas veces lo hacía. Yo conseguí provocarla, conseguí oírla.
Él amaba el arte, siempre admirando mi esfuerzo en ello considerándolo como don, lo que él no sabía es que él mismo, ya lo era. Era arte. Tanta belleza tanto por dentro como por fuera era formidable, admirable, insuperable. Increíble.
Era graciosa su forma de vestir, siempre con camisetas de sisa, las tenía de todos los colores. El pantalón se le caía incluso con cinturón. Su pelo era negro como el tizón y sus ojos... Sus ojos eran de otro mundo. Con ellos me mostró otra forma de ver. Yo siempre tan egocéntrica no era capaz de mirar más allá de la punta de mi nariz, él sin embargo daría su vida en busca de paz, esa paz que nunca existió en nuestro planeta. Tenía clara sus ideas aunque yo siempre tratase de descolocarselas, sin embargo el se comparaba con un mogollón de hilos sueltos, sin orden mezclados entres sí, yo era la bovina que los ordenaba, ¡menuda contradicción existente en nuestras mentes! Se pasaba su vida pensando, pensando, pensado...  Pensando en la poca importancia de la felicidad del individuo para el estado, y la mínima respecto al condicionamiento de uno, en sus pensamientos era todo decepción frente al caos mundial. Le explique que existian las balas de plata, me replicó, expresando que siempre permaneceria su expiritu de oro, se referia a sus ideales, siempre existiria ese alguien que los defendiese. A diferencia de él yo planeaba, planeaba, planeaba... Planeaba hasta el número de gatos que tendría en mi piso. Planeaba no enamorarme, me aterrorizaba el estar toda una vida con la misma persona, creyendo que siempre habría algo aun mejor y me lo estaría perdiendo. Siempre miraba hacia el futuro, sin pensar lo bonito que era mi presente. Lo bonito que era jugar con él, debatiendole teorías, haciendo que se argumentase. Poco a poco comencé a creerle, comencé a quererle. Tantas pruebas de amor me daba, yo avariciosa, le pedí la luna, me hizo alcanzarla.
Cuando leía sus letras fluía en el aire, cuando me sonreía quedaba sólida, tan petrificada como una piedra, y cuando me besaba con tanta ternura hacia que me derritiese en forma líquida. Siempre tan caliente, era fuego, yo a su lado, vela. Era increíble la lentitud de las horas, cuando tocaba el timbre, todo era efímero. Con él descubrí lo que era ser valorada, recordé lo bonito que era sentirse querida. Con él supe estar enamorada, en esta vida de nada, donde todo lo anterior solo eran estupideces y que lo mas importante en mi presente, es tenerle. 

«Que se pare el reloj que cuenta las horas, que no quiero perderte.»

viernes, 13 de noviembre de 2015

Y en el último soplo del viento.

Tras un pasado insano, me exilié de lo humano, del placer que conlleva serlo. Decidí morir a manos del diablo. Guarde odio y recelo hacia el mundo exterior, zugando la sangre de aquel loco suicida que se atreviese a quererme. Me transforme en un animal, exclava de mis instintos de forma irracional.
En cambio hoy el cálido sol roza mi fría y pálida piel, expongo mi cuerpo bajo el brillante cielo sin miedo. Ante tu escasa risa silenciosa. Triste y pobre descendiente del Rey Licaón, cual traidor dio a Zeus probar carne humana.  Pobre licántropo soñando con salvar vidas, sin saber que existen balas de plata. Ámame de verdad antes de clavarme la estaca, que contigo quisiese pasear yo bajo tu luna plateada. Que ambos inmortales sentimos como el resto de los mortales, también tenemos miedos. Sentimientos con olor a rancio pues soy procedente de mi tiempo pasado. Tu me devuelves la vida con cada sonrisa, provocando una cálida brisa, mis ojos en rojo me avisan, de la sed que siento de probarte, capturarte, tenerte, devorarte. Ambos de mundos distintos, tu te guías por sentimientos, yo solo por instinto. Enamorado estabas de la luna cuando empezaste a quererme, yo buscando venganza a oscuras cuando te presentaste de frente, calmando mi ira, cesando mi rabia, curando la herida de mi cuello que hizo un canalla con malas azañas.
Así pues disfrutemos la eternidad del efímero tiempo. Así de contradictorio, que cuando quiere va rápido, y cuando quiere va lento. Vallamos a la oscuridad infinita en un momento, que voy a lamerte las heriditas que en cuerpo te hicieron. Tu solo calienta mi cuerpo, para seguir sintiendo viva esa llama de vida. Y en el último soplo del viento, en el tiempo perfecto, te tengo, un susurro: te quiero.

martes, 10 de noviembre de 2015

Esto es solo por y para ella.

Hola, esto no es otro texto profundo como el resto, esto es una carta. Si, para ti mi niña. Querría decirte que te echo de menos y que escribo todo esto por si algún día, de remota casualidad lo encuentras. Me gustaría que supieses que aunque parezca que todo me va de maravilla no es así. Que si, al fin puedes verme feliz, porque al fin encontré a esa persona especial que lo consigue. Pero por muy bonito que sea todo aun falta algo. Falta alguien. Faltas tu. Toda mi vida esta muy tranquila sin ti, tu eras el huracán que provocaba mi risa, eras mis ganas de vivir. Conocí a nueva gente, personas increíbles con la que vale la pena echar el rato, gente sin problemas al bailar en la calle, de gritar, de saltar, gente llena de vida. Sin embargo, por muchas ganas que tuviese de vivir, un vacío inmenso me llenaba el cuerpo sin ti. Solo podía pensar en lo bien que me lo podría estar pasando si estuvieses allí. Tu me vistes llorar y gracias a ti aprendí a seguir. No sabes las ganas que tengo de mostrarte mi nuevo mundo. Las ganas de sacarte de la inmensa oscuridad que te rodea, que vuelvas a entrar en mi burbuja de cosquillas continuas, esas que provocaban nuestras risas. Porque juntas eramos unas y yo ya no soy ni la  mitad.
Te juro que ahora mismo mataría por una tarde más junto a ti.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Pequeño lobo.

Miedo, solo miedo. De perderte en el tiempo de la lejanía de no verte, de no rozarte, no tenerte. Del no sentir el tuyo latir cerca de mi pecho. Miedo a que se paren las agujas del viejo reloj en ese instante en el que tu te pierdes en el lejano mundo, y quedar encerrada tras un blanco cristal empañado con única claridad escasa por dulces gotitas de lluvia en una fría tarde de otoño finalizado. Miedo a volver a quedarme sola en la oscuridad eterna que provoca el frío de mis manos sin la calidez de las tuyas. Tan solo ámame en cuerpo y alma, en ese momento, ese bendito instante que la vida nos permite. Disfrutame el tiempo que nos queda, sacame a pasear bajo tu luna llena, pequeño lobo. Que yo seré la vampiresa prohibida, aquella que te bese el cuello hasta quedarte sin consciencia, zugaré tu alma, y me llevaré en un cofre tu corazón. A cambio podrás disfrutar de mi arte, el arte de saber tocar más allá de la piel. Solo el tiempo que él decida, porque al estar cerca de ti, el viejo reloj se acelera. Muere de envidia, de celos, de rabia por ser yo quien provoca tu risa silenciosa.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Dulce placer que me inspiras.

Yo andaba loca por él océano buscando una isla dónde encontrar libertad. Buscando un amor sin drama real a quien pudiera amar a mi manera, sin problemas al subir la marea. Con los ojos rojos como amapolas de no haber dormido, de pronto, choque contigo. Ni mil ojos podrían haber provocado en mi tanta brutalidad carnal. A 2 centímetros nuestras bocas, te miraba, te hacias el tonto sin más. Yo metía la mano en mi bolsillo, buscando restos de pitillo, y me ponía a fumar. Tras un techo y rock de fondo al fin tu boca se dejó estallar. Un río de agua fresca fue tu saliva al rozar mi paladar. Ya no me puedo despegar, ni dejar de soñar, dejar de aullar bajo tu luna. En ese eterno firmamento, retratarte desnudo para hacer un cielo más bello en un mundo tan crudo.
He decido hacerme una casa dentro de tus pensamientos, y es que cada vez que me ves ahí dentro reniego del viento, sufro por no saber para el tiempo. Prometo ser la espuma de un baño con velas, darte la gloria, quitarte las penas, y matarte a ternura. Solo quiero ser un vicio, mayor que la cerveza, quiero que te enganches a mi boca de fresa.
Quiero que me comas a versos bajo las sabanas de tu lírica, para así sacarme el graduado entre tus piernas. Que te corras en mi prosa y finalizar orgasmenando una balada.

Dulce placer que me inspiras.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

A la espera.

Las horas se hacen eternas cuando desapareces en el tiempo de la soledad de no verte. El frio congela mi cuerpo y solo la viva llama de un cigarrillo calienta mis pulmones. Dulce y lenta muerte que produce. Mi piel temblorosa, palida y fria llama a gritos el calor de la tuya, pues necesita una calida lucha con el bombear de tu sangre. Mis ojos se hunden en drama y tristeza al no poder ver tu sonrisa a un centímetro de la mía. Mis labios se desangran al no rozar la miel de tu boca. Enfermos piden su dosis diaria de tu medicina. Esa medicina que elimina mi angustia existencial en este frio de otoño entrado. Donde caen las hojas al vuelo del viento, el cual hace que desaparezcan en el olvido del silencio. Mientras cuento los segundos para volver a sentir.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Enamorada de tu lírica.

Hoy me apetece hablar de la brisa que crean tu pestañas al mirar mi dulce sonrisa. De tus gestos, de tu risa. De dos locos suicidas que se atreven a quererse en una época donde el amor fallece. Se desvanece, se retira. Como la ola que choca contra la piedra yo me choque con tu mirada. Tan tranquila, perdida en el vacio de la nada.
Y hundida bajo la soledad de mi alma supistes rescatarme. Supistes curarme, abrazando mi pena, besando mi drama. 
Sobre este texto enigmatico pretendo desvelarte la mejor parte. Enamorada de tu lírica, entre lineas y lineas de mi prosa, exigir que me comas a versos, transformame en arte en tu alma. Como una musa en tus folios, como una ninfa en tu cama.