martes, 26 de enero de 2016

14 de noviembre.

Era una tarde de sábado como otra cualquiera. Fría, tras casi finalizar el otoño. Ella se encontraba en pijama, se había levantado tarde y aún no había terminado las tareas de casa. Envió un mensaje a su primo preguntando a que hora iría él a Mérida. Sin embargo la respuesta no fue válida, ya que él se encontraba a punto de partir hacia allí. Ella ni si quiera tenía hecha la comida. Llamó a su madre, esta le informó que podría aprovechar su viaje, ya que tenían que ir a comprar.
Tras finalizar las tareas, llegar su familia a casa, y comer, fue directa a la ducha. Necesitaría un par de horas para arreglarse, y pensaban ir en cuanto las tiendas abriesen. Ella se puso medias negras casi trasparentes, una falda negra de vuelo, acompañada de una camisa morada, y una chaqueta de cuero, negra por supuesto. Amarrando su pelo con un lazo, a juego con el color de la camisa, y pintandose la raya, finalizandola ligeramente hacia arriba. Terminó con su típica costumbre de pintarse bien los labios. Su madre la llamaba a gritos, metiendole prisa. Ella corría en busca de sus botas. Finalmente montaron en el coche.
Ahora necesitaba una cuartada. No quería que sus padres supiensen que había quedado con él. Aun no sabían bien quien era, no se fiaba de lo que sus padres pudiesen pensar. Ella no queria dejar de tener la posibilidad de ir a Mérida a verle. Asi pues, les dijo que la dejasen en la loba, que había quedado allí con su mejor amigo. Para despistar, se fue dirección hacia la casa de este. Consiguió despistarle. Rápido, enviaba mensajes a su chico. Este le respondió que donde le habían dejado estaba lejos de su casa, por lo tanto iba corriendo. Ella esperaba impaciente, estaba deseando de verle. Aún que sabía que eran las cinco de la tarde y que aún tenía un largo tiempo por delante para disfrutarlo con él. No le gustaba perder ni un solo segundo. Por fin, llegó él.
A ambos se le escaparon un par de sonrisillas. Con toda la felicidad del mundo, se recibieron con un beso. Ella, con la boca seca, aquello le resultó volver a la vida, como si de una cascada se tratase.
Este le dijo que tendrían que volver a su casa, pues debía ducharse. A ella le preocupaba que estuviese en ella su familia. No sabía que podrían pensar, como les podría caer. Además no era partidaria de conocer a la familia de los chicos con los que quedaba. Le resultaba algo demasiado serio, excesivamente formal. Pero de todas formas, no le quedaría más remedio. Mientras, les quedaba un largo camino. Camino en el cual no deseaba llegar a la meta, sino que disfrutaba cada paso que daba. Todo en ella eran risas a carcajadas. Pasando por el parque de los enamorados, ella comenzó a grabarle. En aquel momento era tan feliz que quería que quedase para la eternidad, lástima que no pudiera grabar durante toda la tarde. En el siguiente parque que pararon, se abrazaron. Sin pensarlo, volvían a abrazarse. El se sonrojaba cuando veia que la gente se quedaba mirando, ella en cambio actuaba con tal naturalidad. Llegaron a su casa.
Tuvo suerte, aun no había llegado nadie. Su madre aun estaba trabajando en el bar y su hermana había marchado con su pareja. Tras subir hasta el tercer piso, entró en la casa. Se quedó sorprendida. Acostumbrada a vivir en una enorme casa de dos pisos en un pueblo, aquello le resultaba demasiado pequeño, como si de una ratonera se tratase. De pronto un perro, pequeño y peludito comenzó a saltar. Ella se sobresaltó al ver tal animal tan mono. No le gustaban los animales, pero tenía tal gracia que era casi imposible no enamorarse a primera vista de él. Se sentó en el sofá. Mientras él se duchaba, ella jugaba con la mascota. Nerón se llamaba.
Aún seguía nerviosa, temía que en cualquier momento la puerta se volviese a abrir, que llegase alguien de su familia. Sabía que si pasaba se moriría de la vergüenza. A diferencia de ella, el estaba completamente confiado y seguro de sí mismo. Comenzó a besarle, tratando de relajar su tensión. Le dio la mano, dirigiendola hacia la habitación. Allí ambos comenzaron a quitarse la ropa hasta quedarse desnudos. Entonces ella se dio cuenta de que no existía mejor traje de gala que su piel. Tumbados en la cama, en una habitación gris debido a la escasa luz que quedaba. Observaba como su cuerpo se estremecía, sus ojos se perdían. Ambas respiraciónes eran cada vez más forzosas. Jugaban con el ritmo y la velocidad. Los dedos del hombre danzaban entre sus piernas, mientras ella, exploraba con la boca su piel, perdiendose en el vértice de cada músculo. Hasta llegar al éxtasis.
Tras relajarse de toda aquella pasión, volvieron a vestirse. Se sentaron en aquel incómodo sofá. Él cogió el portatil, pues le proponía ver una película. Este eligió ver V de Vendetta. Ya la había visto. Quizás no fuese su intención terminar de verla. Ella se abrazaba a él, viendo enganchada la película. Él repetía todo lo que decían al unísono, se sabía el guión de memoria. De pronto, sonó la puerta. Su madre había llegado de trabajar. Ella se sorprendió al conocer una mujer tan agradable y simpática. Sin embargo, sus mismos nervios no le permitían estar cómoda allí. Pronto se decidieron por sacar a pasear a Nerón. Ambos querían echarse un piti a medias, pero no tenían papel. Se dirigieron hacia un grupo allí presente, y estos le dieron un par. Aquellas luces amarillas provocaron que ella se marease. Tuvieron que sentarse en uno de aquellos bancos. Allí hablando, él comenzó con la broma de que era su “medio novia”, y pues ella entre risa y risa le soltó que el medio sobraba. Él se quedó estupefacto, le miró a los ojos y le preguntó. Ella asintió con la cabeza, y entre risillas se besaron. En aquel momento, ella se sentía la mujer más feliz del mundo, tanto que cualquier persona se hubiese cambiado en su lugar, solo por sentir tal satisfacción. Al rato, apareció un hombre, amigo de su padre, el cual le estaba dando un trozo de tortilla a Nerón. Poco después de aquello, volvieron a subir al piso. Aun seguía allí su madre, arreglandose para salir. Estos dos prosiguieron viendo la película. Al momento que la madre salió por la puerta, ella se abalanzó sobre él. No podía disimular las ganas que tenía aun de más. Y tras unos besos apasionados, volvieron a aquella habitación, ya a oscuras debido a las ciertas horas de la noche. Ella se despojaba de todo prejuicio, no le importaba quien hubiese pasado por allí antes, en ese momento ya no. Era quien deseaba ser. Y poco a poco su respiración comenzaba a frecuentar cada vez más fuerte. Así, hasta llegar al clímax. Pese al finalizar, sintió que aún acababa de empezar lo mejor. Volvieron a sus ropas, al sofá, a ver terminar la película que había estado prosiguiendo sin ellos. Ella se abrazaba a él, a punto de quedarse dormida. Mirando la hora, calcularon el tiempo que les quedaba hasta que sus padres volviesen a recogerla. Bajaron a cenar a la bocatería. Él no paraba de repetir la frase “mi novia” ya que decía que sonaba demasiado bien. Todo aquello parecía un juego de niños, un cuento de hadas.
A él le apetecía ver a sus amigos, por tanto fueron al parque donde ellos se encontraban. Sentada en el banco hablaba con un rasta mientras sonaba su grupo favorito de fondo en uno de los móviles. Ella le dijo de ir a Zona, una tienda donde se encontraba su primo jugando un torneo. Le hacía ilusión presentarselo. Él cedió y ambos se dirigeron hacia allí, acompañados del rasta, y otra chavala más, bajita, de pelo negro, con gafas, muy fea. Nunca se hubiese imaginado que muchacha después se convertiría en una de sus peores pesadillas. Llegaron a Zona. Ella le presentó a su primo, el cual salió del torneo para conocerle. Estos se sentaron en un banco a esperar que terminase el torneo. El rasta se encontraba tan mal que terminó devolviendo en mitad de la calle. Él le tapaba a ella los ojos para que no viese a su amigo vomitar. Tras tales percances, finalizó el torneo. Y todos se dirigieron hacia la loba a esperar que los padres de ella volviesen a recogerla. Por el camino, él le prestaba su enorme abrigo, el cual tenía pelito por dentro. Finalmente sus padres volvieron a recogerla. Se despidió de él diciendole en voz baja que le quería ya que delante de sus padres no podía despedirse con un beso.
Aunque fuese el final de esa noche, fue el comienzo de una bonita historia. Nunca olvidarán ese catorce de noviembre.

Lady Drama V

Dramáticamente Lady Drama grita amor. Su cuerpo se estremece, la felicidad le conquista, Sir Relax le protege. «Abrazame fuerte, esta vez no me sueltes». Lady Drama dramatizaba alegría, la llevaba al extremo, sentía que vivía. Corriendo en los pasillos, a su amado veía. Suspiraba suspiros con fragancia a rosa, se sentía una diosa. A Sir Relax admira, Sir Relax le adora. Como gran brujo Sir Relax le había hechizado, con poción Amor, Lady Drama se siente aún mejor. «Oh, gran honor tenerte presente» Lady Drama decía, «oh, que tontería, nunca saliste de mi mente» Sir Relax respondía. Día a día, ambos se fortalecían, pese a todas sus diferencias a Lady Drama solo le importaba su presencia. Solo sabía que no quería no estar a su lado. ¿Qué ha pasado?

Pasó un pasado insano.

domingo, 24 de enero de 2016

El cielo.

Ayer visité el cielo en tierra. No hay mejor poder de creación que el que pertenece al hombre. No creo si no veo. ¿Como voy a creer en Dios tras ver algo así? Vosotros mismos os contradecis. Nosotros creamos la magia.

viernes, 22 de enero de 2016

Aquella horrible pesadilla.

Al fin pude abrir los ojos, despertar de aquella horrible pesadilla. En la cual, trataba de agarrarte, mis manos no paraban de desangrarse. Tus afiladas espinas clavaban entre mis dedos, teniéndome que alejar, rompiendo siempre a llorar. Al fin acabó esa odiosa pesadilla en la que todo nos salía mal, y moriamos frutrados por ese blanco frío de invierno. Ese frío de mis pálidas manos sin poder rozar tu cálida piel.
Cuán breve será el tiempo que nos quede, que ahora, despierta y cegada por tu luz, no perderé ni un minuto, pues todos y cada uno de mis suspiros serán tuyos. Cautivada por tu mirada, hechizada por tu sonrisa. Aqui te reclamo en mi vida, no más partidas, no más falsas despedidas. Quedate a mi lado, dame de la mano. Fuerte, muy fuerte. Que no quiero volver a perderte. Seguiremos este camino, con baches, curvas, piedras. No importa. No, no me importa nada más que quererte, nada más que me quieras.

miércoles, 6 de enero de 2016

Búsqueda de la belleza.

Siento curiosidad ante el mundo. Como la aguja perdida en el pajar, me siento diminuta con mil cosas por explorar. Amante apasionada de la simple belleza, de la belleza escondida en los lugares más remotos de la tierra para poder transformarla con mis manos en arte. Soy enigmática, además revolucionaría, rara según muchos, única según quienes me valoran, que por desgracia, o suerte quizás, no son muchos. Desahogo mis memorias en textos, camuflada en metáforas, como un diario secreto abierto al público. Gracioso, ¿verdad? Resulta incoherente.
Hoy no me apetece hablar de amor. Podría hablar del reloj, ese que cuenta las horas, disminuyendo, a la vez aumentando, el tiempo. Podría hablar de como le echo de menos. Pero no, hoy no.
Hoy aumento mi ego, pues no habrá más amor que no sea para mi. Aumentan mis ganas de vivir, mis ganas de ver, de oir, de sentir. Soy artista y decido mis obras de arte. Tengo un millón de hojas en blanco donde plasmar una vida, y aún me queda por viajar, y gente por explorar. Pues, no hay mayor belleza que la anatomía humana. Me gustan las dos por igual. El cuerpo de una mujer trasmite sensualidad, erotismo, esas curvas muestran donde perderse. En cambio, el cuerpo de un hombre trasmite dureza, firmeza,tal vez protección, seguridad. Al no tener preferencias en género puedo enamorarme de una mente sin cuerpo. Me enamoro de las personas y no de su sexo. Soy superficial, si, es mi naturaleza. Busco la armonía, la proporción, la belleza. Busco el buen encaje, la buena vista. Soy artista.
Cientos de años trantando de averiguar si Leonardo Da Vinci era homosexual, ¿Qué más da? Era un genio igual.

martes, 5 de enero de 2016

Decía que la vida era arte.

Decía que la vida era arte, era un dibujo. Decía que nosotros dibujabamos nuestra historia. Que cada uno sabía el trazo que le quería dar, la luz, el color. Me explicó que se podría borrar, pero que se quedaría la huella. Por lo tanto debía de aprender a dibujar bien, sin uso de goma. Que si algo salía mal, podría cambiar la técnica, la actitud.
Si fuese arte, mi vida sería la digna obra del diablo. No lucho por mi futuro porque está vacío. Vivo cansada de escuchar a la gente repetirme una y mil veces «el arte no tiene salidas ni te dará de comer» «un artista no tiene buen sueldo, olvídate de serlo». Lo que me diferencia de todas ellas, es que puedo escribir mis propios textos mientras comienzo a vivir, y soy capaz de ver la vida de otra manera mucho más triste y a la vez más bella. Encontrando belleza en la oscuridad, la maldad, la muerte, el sexo, las drogas... Soy capaz de hacer parecer que todo esto parezca bueno, bello. Me llaman la atención la gente triste, con problemas. Gente que se aleja del rebaño, esas ovejas negras. Siempre me enamoro de personas felizmente infelices, a las que parece que todo les va bien, y hay que conocerles realmente para descubrir esa triste belleza que esconde en su interior.
Asi pues, no me hableis del bien, de felicidad, o quizas más bien de diversión si escaseais de orgullo. Ya que me refugio en el don de la palabra para dar donde más duele.
Quizás a la vida le falten poetas que reemplacen a tanto incompetente. Poetas que tengan miedo de sus propias rimas, pues no quieran que lleguen a su final. Seguiré el curso del arte que me explicaste, buscando a mi perdido poeta. Perdido porque ya no soy musa de sus versos, para hablar de amor vive del pasado. Se cansó de un presente a mi lado.

domingo, 3 de enero de 2016

Lady Drama III

Lady Drama está loca, Lady Drama está desquiciada. A Sir Relax ha echado de su vida, a Sir Relax echó de su casa. Pues Sir Relax le mentía a escondidas, Sir Relax nueva amante tenía. Miss Dudas le decían, Miss Dudas le llamaban. Era fea, era gorda, era mala. Pero ella le seducía y Sir Relax con ella huia. Lady Drama le gritaba, histérica le llamaba. «¿¡Tan poco por mi sentías que te vas con la primera dama!?», Sir Relax ya no sabía que hacía, pronto calvo de estrés se quedaba. Realmente la quería, pero como a una fiera era imposible domarla.
De pronto, Lady Drama mansamente a él se arrimaba, y cuando menos lo esperaba, como tal víbora su veneno le clavaba. Con sangre fría, Lady Drama le observaba, a sangre fría a Sir Relax mataba. Con poca fuerza Sir Relax se levantaba, con poca fuerza, con Miss Dudas escapaba. Lady Drama fuerte le agarraba «¿No ves que aun te quiero? ¿Por qué te marchas?» Sir Relax le respondía «Porque haces daño, porque eres mala» Lady Drama con aun más fuerza lloraba.
Pasaban los días, menos se respondían, cada vez menos se hablaban. La casa se les caía, Sir Relax comenzó por la ventana, Lady Drama fue directa a por el techo, solo la planta baja, la base que sostenía al resto les quedaba. Ambos con ganas de huir, ambos con ganas de quedarse y reconstruir. Miss Dudas aún permanecía, y poco a poco a Lady Drama también seducía. Miss Dudas se arrimaba a ella, y Lady Drama contemplaba perpleja tales curvas de aquella dama. Cada vez más a ella se arrimaba. Pero no podía escapar con ella, a Sir Relax aún amaba. Sabía que juntos tenían que enviar a Miss Dudas a la playa, pues con ella dentro, aumentaban los dramas. Sir Relax a veces se confundía, y dramático también se volvía, ¿pero que hacía? Así al garete todo se iría.
Lady Drama tomó riendas, tomó cuchillo y valentía, a Miss Dudas se dirigía, y aunque curiosidad por ella sentía, aun así la mataría. Era difícil, Sir Relax a la otra furcia defendía. No entendía que ahora Lady Drama es cuando más lo necesitaría.
Lady Drama bajó el cuchillo, mirando a los ojos a su chico. «¿Por qué me haces esto?» con tenue voz preguntaba. «Porque cada vez que me dices algo, me entran ganas de alejarme de ti y no volverte a ver. Porque he cometido un error una vez, estoy arrepentido, pero tu perdón no he recibido, y solo más daño has causado». Y asi, Sir Relax mil cosas horribles le decía, y no paraba, no podía, el odio por dentro le comía. Asi pues Lady Drama agachaba la cabeza, oscuro era el color de todo. El suyo miedo lloraba por su ausencia, llamando a su cuerpo con mil señas, Lady Drama al fin dijo «Mas, ¿que se le ofrece a un cuerpo que rechaza una vida como ofrenda?». Tras ello, Sir Relax comenzó a disparar cohetes, estaba cansado de tanto dramatismo.
«Quedate tu vida, y busca un ser divino que te complazca a tu manera». Tras ello, Lady Drama de nuevo enfurecía y dramáticamente ella volvía «No necesito un ser divino, solo pido que sea fiel, que con Miss Dudas no me vuelva a engañar, y no le vuelva a perder». «Mi cariño es todo tuyo» Sir Relax le respondía, «tu sacaste el látigo y metiste las manos entera en las yagas. Mis heridas ya han sangrado demasiado». Después de tales palabras, para finalizar tal dramática escena, Lady Drama ante él se arrodillaba, su orgullo se esfumaba, y con un fino hilo de voz le respondía «prometo curarlas con mi propia saliva». Así, Sir Relax se calmaba. Fue curioso, como Lady Drama sola se controlaba, ya que por amor todo lo daba. Ahora Sir Relax junto a ella se quedaba, él sabía que era cuando más le necesitaba. Juntos intentarían volver a levantar las ruinas de la casa.

viernes, 1 de enero de 2016

Mis respuestas.

¿Que sentías cuando entrastes en esa habitación? Cuando otra te bajaba el pantalón. ¿Que sentías cuando otra te la mamaba? Con esa lengua de vivora desquiciada. Decías que me querías, ¿que sentias cuando era con esa otra con quien te reías? Solo me mentías, tanta mierda por tu boca salía...
Decías que necesitabas sentirme a tu lado, ¿pensabas en ello mientras la otra te comía el rabo? Dijiste que me darías todo lo que yo necesitaría, solo pedía que no me hubieses engañado. ¿Realmente te gustaba mi sonrisa? ¿No me querías ver llorar? Pues ahora te hundes en un mar, mar de lagrimas saladas, que escuece en mis heridas.
Y a todas tus preguntas voy a responderte, dejando una puerta abierta, dejando ver mis debilidades, ya que no siempre soy tan fuerte...
No, no es nada facil quererte, si después de todo lo que hago das donde más duele. Sabías mis miedos y no me escuchaste, no supistes entenderme. Aun así te amaría estando mal y rendido, pues en todos tus fallos te he comprendido. Ahora mismo me ahogo, creyendo que siempre tendré amor para ti, no te voy a mentir. Nunca lo hago. Si mañana cayeras aún te amaría, es más iría y te levantaría. Y si no soy capaz de obtener esas fuerzas después de todas tus puñaladas traseras iría y me acostaría a tu lado desangrada en mil heridas, agarrando tu mano. Que si no olieses tan bien aún te abrazaría con las mismas ganas que siempre lo hacía. Y si tuvieses una sentencia de un cuarto de siglo podrías contar conmigo para apoyarte mentalmente, es más siempre iría a verte, llorando en el cristal con telefonillo, contando los días para mi muerte. Que no me importaría el dinero estando a tu lado. Si estuvieses baleado y herido permanecería junto a ti sin apenas hacer ruido. Queriendote siempre en salud y enfermedad, en lo abrupto y en lo llano. Si en mi mano estuviera te llevaría a las UFC, al ejército, o al mismo infierno. Y si alguna vez dejo de escucharte rapear no importaría si aun puedo disfrutar escuchando tu voz hablar cerca de mi oido. Y si trabajases de barrendero, carnicero, basurero, o mismamente vendiendo hamburguesas en un burguer king, nunca sentiría vergüenza de ti. Siempre que pudiese admitir que tenía al mejor novio del mundo a mi lado. Aunque ya haya pasado, pues lo has estropeado. Y si, siempre me gustó tu forma de usar la lengua en una cama, una pasada, si. Pero para nada. No me sirve el sexo si no hay amor por medio, y menos si ese amor es un simple teatro. Pese a todo si me volvieses a hablar te contestaría, de amor razonaría. Pues no podría creerme tanta palabrería. No te hubiese dejado ni aunque mis padres se enteransen que te estas descontrolando, pero por su puesto no puedo creeme que realmente soy yo a la única a la que quieres, ni por la que realmente sientes algo. A toda afirmación le sigue un argumento, y yo te digo que las palabras se las lleva el viento y que el amor hay que demostrarlo.
Nunca sabre si eres tú mi alma gemela, mi media naranja o lo que sea, porque quizás nunca más sea capaz de perdonarlo. Dejaré pasar este tren, ya que tú ya te has bajado. No merece la pena sufrir por quien tanto daño a causado, que contigo ya hemos visto que se empiezan bien los años... Y alguien más sabrá bien porqué lo digo, ya que en esta relación fuimos siempre más de tres, nunca estuviste preparado.
Confíe en ti, incluso para dejar mi vida en tus manos, pero este superheroe, de nuevo, me ha fallado. Te conté mis sueños, mis pesadillas, me abrí a ti en cuerpo y alma, dejando lucir mis bienes más preciados. Lo dicho, has fallado. Mas, tonta yo que aun así seguiré dibujando sonrisas como buena artista, deseando verte reir, deseando verte feliz. Ya te enseñé como provocar mis risas, mi alegría, siempre te lo pedía pero tu solo respondías “otro día”.
Podría amarte estando en cualquier lado, en cualquiera de los tiempos, futuro, presente y pasado. Pero me has dañado. Tu solución será olvidarme, ya que aún que quiera volver contigo, esto ya esta jodido amigo. Hay posibilidades de que olvide esta noche, dame en la cabeza un porrazo, solucionado. Pues de la otra manera te costará toda una vida de duro trabajo, aunque, aún podrías intentarlo.