Este proyecto realizado con 6 barras de madera, cuerda y
alambre, mantiene unas medidas de 25 centímetros de alto por 44 centímetros de
ancho. Consta de dos estructuras
piramidales anexadas entre si en la base inferior. Realicé esta forma
estructural queriendo simbolizar el pecho femenino.
El trabajo está basado en la hipersexualización del pecho de cada mujer. Esto es debido a la misoginia
de la sociedad que convierte “las tetas” en genitales, encerrándolas únicamente
en la función del gozo masculino. La situación empeora cuando añaden la
misoginia en las teorías evolutivas. El pecho de la mujer es aún mayor que el
del hombre debido a que en su interior contiene mamas, órgano que mantiene la
función de ofrecer nutrición a los recién nacidos. Sin embargo existen algunas
teorías sobre la evolución humana, que tratan de explicar que tras el paso del
mono al hombre, la mujer paso a tener el pecho en forma de nalgas, para llamar
la atención del macho al andar erguida. Lo que no han tenido en cuenta estos
“historiadores” es que la mama realmente es pequeña, y por tanto lo que es el
órgano en si no pudo evolucionar para el gusto del hombre ni cumple los
objetivos de semejanza como tal. Lo que hace que un pecho sea mayor o menor es
la cantidad de calorías que contiene esa zona acumulada como cualquier otra
zona más del cuerpo.
Debido también a la independencia económica de la mujer tras
entrar en el mercado laboral el hombre pierde poder sobre ella. Por tanto, como
una reacción de la sociedad patriarcal, cada vez se exige más un canon de
belleza femenino y seguido de ello una “dignidad”. Cada vez vemos más anuncios
de mujeres con pechos hipersexualizados, sin embargo, no vemos que ninguna
mujer pueda dar de mamar a su hijo en un parque, ni podamos ir en verano,
cuando más calor hace con el pecho al descubierto. Por no hablar también de la
exigencia del sujetador para poder llevar un pecho erguido y “bello”. Tampoco podemos lucir nuestro torso en redes
sociales si así lo deseamos debido a la censura. Si alguna mujer decide
saltarse estos límites, ha de llevar como consecuencia la crítica, el insulto,
la indignidad, el acoso o incluso la violación. Pues en una sociedad
patriarcal, una mujer libre de decidir sobre su propio cuerpo ha de llevar un
castigo.
Con esta escultura quiero reivindicar la naturalización del
pecho femenino, aclarar que las mamas no son genitales, y que no son un regalo
divino para el hombre. Es parte de nuestro cuerpo, es nutrición para el bebe, y
un mero trozo de carne más como puede ser el brazo, la barriga o el tobillo.
Obvio no niego la sexualidad, cada persona tiene sus gustos sexuales y ello no
ha de ser prohibido. Pero exijo la naturalidad y el respeto a las mujeres,
puesto que no nacimos para estar a la merced de estos.
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