viernes, 11 de diciembre de 2015

Alma rota.

Echando de menos, sentada en un portal, cerveza a mano, comienzo a fumar. Recordando el breve pasado y el anterior insano. Con miedo a volver a pasar, el mismo círculo vicioso, la misma rutina mortal. Necesito de tus besos, de tus abrazos, de tus te quieros. Necesito volver a confiar que todo ira como siempre, tan normal. Necesito escuchar tu voz, de nuevo cantandome ese rap. Necesito que el piercing de mi ombligo vuelva a ser el centro de tu mundo. Que tus cálidas manos estén siempre presentes para calentar mi piel, eres tú mi miel. Más valen sentimientos sin palabras, que palabras sin sentimiento. Y yo no creo en Dios sin verlo. Necesito entrar el dedo en la yaga para ver que eres fiel. Y si me vas a hacer un dedo, me lo haces con el corazón, dandole doble sentido a la oración. Si me vas a follar que sea con el alma dura, pues tu polla ya se la regalaste a todas esas cualquieras. Mientras seguiré chupandosela a mi amor propio, a ver si crece y endurece. Que por ti me exilié de lo humano, del placer que conlleva serlo. Asumiendo todas resposabilidades que me acarrearían. Ahora recibo todas las hostias que le di a la vida. Y no hay nadie ahí para protegerme. Tantas artes marciales, yo dañada hasta con puñales. Levantate, secate ese sudor de la frente, y lucha a puños secos contra las circunstancia si realmente me quieres. ¿No querías darle sentido a tu muerte? Pues que sea por mi boca. Que no hay vicio más letal y más mortal que el de saber amar a un alma rota. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario