viernes, 3 de junio de 2016

Flor marchita.

Desesperación inmensa inundando el vacío de mi alma en pena. Soy absurda para ti, pero no importa. Ya no importa nada.
El tiempo pasa y se consume, mientras el oxígeno oxida mi cuerpo de forma lenta y continua. Me deterioro en el olvido entre lamentos y llantos ya secos. Se que no volveré a ser la misma pues una flor marchita no puede revivir su fragancia. Pero ¿Qué más da ya? Nada en la amarga vida se puede eliminar. El mundo sigue girando y la gente sigue su curso sin mirar a nadie. Todo es serio, triste y gris. Sigo aquí, sin dejar de escribir, sin dejar de sentir. Aun estoy viva dejadme fluir entre errores, vivir del vicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario