jueves, 15 de octubre de 2015

Roma.

Presta atención al exterior, ¿no lo ves? Todo está del revés. O no. Quizás solo sea yo. Una mente ambigua, continua, a veces confusa, a veces malicia. Si malicia, por ver tus dulces ojos mirandole a ella escapando esa sonrisa. Mirada con la cual no quiero volver a coincidir, ni un hola, ni un adios. Mucho menos un perdón. No quiero que vuelvas, porque esos trozitos de mi que cosí con hilo fino volveran a caer. Estoy tan ocupada reconstruyendome que cualquiera sea mirada tuya me destruye. Por ese amor tuyo que desaparecio cual ramera después pagada. Amor y odio, odio y amor, ambos proceden de la misma mierda. Ahora seré fuerte, pues ni Paris es tan bonita ni Roma está tan rota como te la imaginas. Ya tengo todas mis heridas cosidas, ahora sí, nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario