lunes, 4 de abril de 2016

Dura como el rock.

Siendo la contracultura personificada, o la real cultura no implantada. Mostrando una propia identidad y unas propias ideas en una sociedad donde nos ven como simple proyectos de adultos, sin voz ni opinión.
Calmas con la tranquilidad de Oasis. Con el ritmo de la batería de Tony, mientras la voz de Liam canta un “no mires atrás con ira”, ayundandome a seguir explicando que tengo que dejar de llorar a mi corazón.
Como Foo fighters, das lo mejor de ti, enseñandome a volar sin olvidar “tiempos como esos”.
Acudo siempre a ti con la misma tenebrosidad que Red hot chili peppers, deseando estar en otro lado, por culpa de mi odiosa cicatriz sin curar.
Más me gritas con la fuerza de Brian Johnson, la cual me deja atónita, estupefata, pasmada. Como cualquiera escuchando thunderstruck, como cualquiera que me vea caminar en esta autopista al infierno.
Y escuchando a System of a down, recuerdas la toxicidad de esta sociedad en un día solitario. Donde a nadie le importa como te sientes, más te sonríen sacando dientes.
Y en ese momento, te sientas a mi lado en la escalera, escondido tras ese oscuro flequillo, tras el humo del consumido cigarrillo. Refugiados bajo la estúpida lluvia que conmemora a tu grupo. Comienzas a tocar la guitarra, creando arte con la púa.

Sólo tú me haces ser fuerte y dura como el rock.

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