domingo, 10 de abril de 2016

El misterio sobre la existencia.

“Fui lo que tu eres, lo que yo soy tú serás"
Gritaba la muerte bajo la Trinidad de Masaccio. Tristes palabras representadas por el transcurso de la dura vida la cual se ha de superar para llegar a un vacío.
Viajé hace poco a Alemania, en uno de sus museos, uno de un montón de cráneos expuestos me aguardaba en aquella vitrina. Me paré a observarla, sin pensar en nada concreto. Sin trasmitirme absolutamente nada. Seria, frente al cristal, sin saber cual gran tragedia me esperaría después.
Veía la muerte tras esa fina ventana y mis ojos no veían nada. Me resultaba indiferente, distante, lejana, sin alguna mera importancia. Y es que hasta que no lo sientes tan cerca no te detienes a pensar. ¿Que somos? ¿Cual es la finalidad de nuestra vida? ¿Por qué estamos aquí?
Y ciertos misterios nos condenarán en incertidumbre eterna.
Una vez, aquella persona de la cual estaba enamorada, me miró con expresión seria, pensativa. Le pregunté que en que andaba pensando y dijo «De todos los espermatozoides que había, saliste tú». No pude evitar reirme sin encontrar explicación, coherencia, ni sentido a aquella afirmación que había aportado. Tras su perdida, deduzco: Venimos de la nada, y hacia la nada vamos.
Nuestro cuerpo, la materia, quedará encerrada, atrapada en un mundo físico, de forma inerte y sin vida. Mas ¿nuestra esencia? ¿Que será de ella?

Mil dudas existenciales retumban mi cabeza, cientas de teorías filosóficas tratan de tapar los agujero, pero pese a ello, ni una sola realmente cierta y demostrada.

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